El concepto subjetivo y sesgado de la verdad es a menudo una trampa psicológica que puede ocasionarnos grandes dosis de sufrimiento. Sus mecanismos automáticos crean espejismos de la realidad que es necesario replantearse. El coaching posibilita nuevas vías para salir de esa trampa.
El coaching es un método que, si bien se aleja de las terapias psicológicas, la realidad es que utilizado de forma productiva puede conseguir enormes beneficios a nivel psico-emocional.
La salud mental, cuando no existe patología diagnosticada, reside en el equilibrio entre los deseos y la realidad que vive. Este equilibrio no es estático, está en constante movimiento, en constante cambio. Una persona en equilibrio no está libre de miedos, angustias o depresión, precisamente esa constante en la vida de todas las personas y la manera de enfrentarnos a ellos es lo que hace que se produzca la transformación necesaria para poner foco en nuestras fortalezas y afrontar limitaciones propias, el profundo conocimiento de nuestro yo y el entorno, y la capacidad de aprendizaje para modificar estrategias mentales muy arraigadas, ancestrales a veces, en pos de aquellas que nos permiten relacionarnos de una forma productiva con nuestras metas.
Giorgio Nardone en su libro “Psicotrampas” explica: "Dos psicotrampas de pensamiento muy extendidas son la psicotrampa de la verdad definitiva y del razonamiento perfecto, y ambas son hijas de nuestro razonamiento racional." Actuamos, pensamos, nos relacionamos en un 99% de nuestro tiempo en este concepto, mi verdad, mi razón. El problema radica en que el 99% de nuestro tiempo nos relacionamos con otras personas: familia, amigos, compañeros de trabajo, jefes, etc… y todos ellos actúan, piensan, se relacionan con su verdad definitiva.
Es en esta rigidez de perspectiva en donde se producen el 99% de los problemas de pareja, con los hijos, con los jefes. Y esto nos ocasiona un gran sufrimiento personal, rompe nuestro equilibrio mental. No entiendes que algo que es tan claro para ti, tan lógico, no sea percibido ni apreciado por otros.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua propone varias acepciones para la palabra verdad que son: del latín verĭtas, -ātis:
- f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
- f. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
- f. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
- f. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
- f. Cualidad de veraz.
- f. Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende. U. m. en pl. Cayetano le dijo dos verdades.
- f. realidad (‖ existencia real de algo).
Existen 7 definiciones posibles de la palabra verdad, por tanto, no existe un único significado para la verdad definitiva y absoluta. No sólo no existe una única y definitiva definición, sino que además, hay 7.300 millones de verdades definitivas, tantas como personas poblamos el mundo.
Desde mi punto de vista, gran parte del éxito en un proceso de coaching radica en la capacidad para mover a la persona desde su verdad absoluta (definitiva) al concepto de verdad en parte. Es decir, la ontología del lenguaje toma distancia del concepto metafísico de la verdad, concepto que marca el objetivo primordial del pensamiento racional. A través de nuestras palabras, nuestro lenguaje, declaramos juicios. A través de ellos nos proyectamos hacia el futuro.
Los juicios sustentan nuestras estrategias mentales, es a través de ellos donde ligamos pasado, presente y futuro; conforman la base primaria de nuestro ser, expresan quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser.Y aquí radica el quid de la cuestión, o más comúnmente denominado en coaching, el quiebre, cuando nos damos cuenta de esto, ponemos la primera piedra para construir un ámbito de acción nuevo, diferente, que facilita nuestro equilibrio psico-emocional para relacionarnos con nuestra realidad y nuestros anhelos de forma productiva.
Artículo de Eva Goya Méndez, Alumni - Coach CORAOPS
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